¿Quién me lo iba a decir a mí...?

A veces, esos sueños infantiles son justamente eso, fantasía, humo, nada, y acabas por asumir que simplemente tu niñez los alimentaba, pero otras veces, cuando creías haber aprendido de la realidad de la vida, esa realidad te enseña que algunos sueños son posibles y se encarga de recordártelo de la forma mas extravagante posible.

 

¿Quién me lo iba a decir a mí...?

 

...no imagináis cuantas veces llego a decir esa frase a lo largo del día, pero le da sentido a sentimientos y pensamientos que he albergado desde que tengo uso de razón o me atrevería a decir, incluso, desde siempre.

 

Por eso hoy, un día especial, quiero aprovecharlo, para volver a agradecer la oportunidad que se me ha concedido.

 

Quizás muchos penséis que mi vida es de color de rosa, que vivo envuelta entre serpentinas de colores y todo me resulta favorable.

 

Debo deciros que...depende...

 

Depende básicamente de mi propia visión, de lo importante que me crea, pues si me centro en mi misma, únicamente en mi existencia y solo me veo el ombligo, veo lo jodida que estoy, lo negativo, lo oscuro, el dolor y mi pensamiento es el abandono.

 

En cambio, cuando me alejo y veo otras realidades, cuando observo y compruebo desde lejos cuanto tengo de maravilloso, dejando de mirarme el ombligo, empiezan a aparecer las serpentinas de colores y la música pastelona.

 

Hoy pastelona o no...vuelco aquí mi sentimiento...

 

Feliz cumplemes mi Señor....¿Quién me lo iba a decir a mí...?

 

 

 (imágenes sacadas de internet)