Tú, aquí sigues...


Cuando el mundo me vuelve la espalda,
alojado en sus propios temores
Tu sacas pecho para mirarme a los ojos
y escudriñar sin piedad dentro de ellos.
 
Alzas mi rostro orgulloso de tenerme,
exiges firmeza creyendo que la poseo
y mi esfuerzo nace de Tu creencia,
aunque me tiemblen las piernas a cada intento.
 
Nunca me has permitido huir,
ni lo has hecho Tu tampoco,
y aunque los planes no salieran
jamás has perdido Tu tesón y Tu ilusión.
 
Incomprendido en Tu atípico hacer,
eres mago de ciencias invisibles,
tan sólo aptas para esos aventureros
sin temor a arriesgar su confort.
 
Aún después de tanto tiempo
me pregunto que es lo que viste,
y sigo sin saber como yo lo vi
a través de lo que hoy aún siento.
 

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Disculpa por la tardanza en contestar, se quedó el comentario como spam y no lo había detectado.

      Muchas gracias por tus palabras
      Un cordial saludo

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