Hoy sí lo tengo claro...

Dudaba el otro día de que adjetivo usar,

entre esencia y egoísmo me debatía,

mas hoy tengo claro que ella desapareció

para concederle importancia a él.

Ofrecen alabanzas a este particular mundo,

se acercan curiosos con más pretensión que ganas,

y por mucho que me esfuerce en darlo a conocer

no comprenden lo que significa en realidad abandonar.

No es simbólico en el juego del amor,

no es ficción el deber entregar,

y como persona que crees necesitar,

luchas por conseguirlo a pesar de tu lugar.

Soy una mujer de virtudes escasas,

con la mochila cargada de inseguridades,

de carencias que en exceso reclamo

y fortunas de sobrante recelo.

 

Lo peor no es en si misma la cesión,

sabes que por ello obtendrás compensación,

es el vacío que nada consigue llenar

cuando te pusiste por delante

del que prometiste complacer.

 

Esta forma de sentir también tiene cabida,

no pretendamos una irrealidad fingida,

mas quisiera yo ser capaz de servir

como ordena el manual de Su perfecta sumisa.