Necesidad concedida


Mis pensamientos no concuerdan con mi anhelo,
mi mente lucha por imponerse a mi cuerpo,
me siento húmeda pero no le hago caso,
el calor es demasiado intenso para olvidarlo
y noto otro punzante latido entre mis piernas.

Me esfuerzo por apartar el desasosiego,
mis palabras se agolpan dominantes y,
para cuando quiero darme cuenta,
mis nalgas reciben el azote de Su mano.

No puedo articular palabra,
la cadencia de la disciplina
me sumerge en el vaivén del deseo,
quiero sentir el dolor que me concede,
necesito, en realidad, mayor intensidad.

Suplico sentirlo, mis gemidos lo hacen,
 pero no será todo lo que suceda
para devolverme a donde pertenezco,
mas aún ni siquiera podía imaginarlo.

El cuero rodea mi ansioso cuello,
el metal pinza mis erguidos pezones,
la posición me expone desnuda y dispuesta,
ocupada y privada, orgullosa y sumisa.




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