Lo confieso, estoy necesitada...


Cierto es que debemos contener nuestros impulsos y no reclamar nuestros caprichos, que la paciencia es nuestra dote y el servicio nuestro sino pero me confieso una mujer necesitada.

Necesito sentirme Suya, que me lo diga, que deje su marca en mi para indicárselo a los demás y a mi misma. Necesito el dolor de sus irrefrenables impulsos, la incertidumbre de no saber que vendrá después. Necesito sentirme usada por Él y sentir su sexo erguido cuando me ofrezco expuesta.

Necesito ser Su musa, que se excite con mi cuerpo y le intrigue mi pensamiento, venciendo así mis carencias con esa otra mirada que se aleja de lo puramente físico. Necesito Sus normas para cumplirlas con esmero y obtener Su orgullo, mantenerme expectante de cuando llegará el momento de que me reclame.

Lo confieso, en mi imaginación jugueteo con todas esas escenas y las sensaciones se reproducen levemente, e incluso he suplicado a mi Señor en ocasiones alguna de esas necesidades, sin saber siquiera si seria concedido o no, pero hasta ese momento adquiere la magia de la sumisión.

No tengáis miedo, no os ocurre nada extraño, o por lo menos nada mas extraño que permitiros sentir lo que os llena, cada uno con sus particularidades, y eso, nadie mas puede juzgarlo, es personal.

Dejaros sentir, compartirlo si podéis, y sobretodo, disfrutad, de vuestra intimidad, de vuestra elección.

Lo confieso, soy una mujer necesitada, necesitada de entrega, necesitada de servir y complacer, de amar a mi manera y de expresarme a través de este agónico e irrefrenable sentir....


Comentarios

Entradas populares