Blanco y rojo



Quisiera amarte lentamente, 
como si el tiempo no pasara
cuando en Tus manos me hallo,
como si nada más hubiera
fuera del alcance de Tu mano.

Potrilla indomable, me dices,
dulce sierva, me halagas,
adjetivos en más de un lugar innombrables,
cuando desnuda y expuesta
deseosa ante Ti me ofrezco.

El blanco es el color de mi mente
como el lienzo de mi piel,
con los trazos del color selecto
que lo era antes de Tus tiempos,
quizás premonición, quizás anhelo.

Respeto profundo por un arte,
tratando de aprender a amarte,
con el esfuerzo por encontrarte,
como a mi único garante.

Esperar con el reclamo vacío
mas con la ilusión exultante,
suspirando por las caricias 
que llegaran tal laurel
si la cesión resultó intachable.



Comentarios

  1. Una entrega perfecta cargada de sentimientos ...
    muy bello siempre tu sentir Dana, feliz dia

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