Una realidad incierta

Hoy debo dejar de lado la secuencia de gif textuales que vengo publicando últimamente para plasmar la tristeza que siento en mi corazón y la preocupación que inunda mi mente. Ya no soy capaz de dejarlo de lado y tratar de hacer vida normal, pues pensaba que esto sería como una pesadilla, que en poco tiempo amanecería y todo estaría en su lugar, pero ya no soy capaz, tengo lágrimas en los ojos al despertar y terror al acostarme y no quiero vivir así.

Es cierto que hay mucho que arreglar, cierto que en esa normalidad hay mucho de anormal y no podemos dejar de luchar por mejorar las cosas, pero confieso que para nada siento que estemos haciendo las cosas bien, aunque me tachen de facha o precisamente por ello, no estamos haciendo las cosas bien, no los catalanes sino todos en general, y sobre todo aquellos que se supone nos gobiernan y nos han llevado a esta situación, sí, tú y tú, los dos y todos esos que tenéis detrás, y no precisamente los que tenéis delante dando la cara por un sueño, por un deseo, por un sentimiento. ¿Dónde estáis escondidos cuando hay palos? ¿así es como remaréis cuando sea necesario hacerlo? O, ¿de nuevo esteréis escondidos en vuestras hermosas casas mientras los míos se dejan la piel?. Así no, así no funciona en mi mente la lucha.

Quiero un líder que dé la cara en todo momento, no que me lance la idea para que yo la defienda, de esos ya tenemos demasiados, ni de esos que callan y sueltan siempre el mismo discurso esperando que las aguas se amansen por si solas, pues mirar a otro sitio nunca ha funcionado, y tampoco lo está haciendo ahora.

Soy catalana, me siento catalana, amo a mi tierra aunque ahora me llamen catalana de segunda, simplemente porque no comprendo nada, pues no veo que éste sea el mejor camino, si quizás para alguno pero no para todos, ni siquiera para la mayoría, aunque la mayoría puedan ahora apoyarlo. No soy de dividir sino de multiplicar, pues la vida me ha demostrado que siempre que divides por el camino se pierden cosas, y ahora mismo no estoy dispuesta a perder más, ya no puedo perder más ni dejar a los míos en un vacío del que no sabemos cómo salir.

No digo que sí ni digo que no, digo que me lo expliquen para poder decidir, que no me manden números, imágenes o vídeos que se manipulan según quien me los muestra. No digo que tu estés equivocado y el otro tenga la razón, pues no soy juez que emita a la ligera, sólo necesito conocer para comprender hacia dónde vamos a ir, que penurias vamos a pasar y que ventajas vamos a tener. 

Tengo una edad en la que los ideales deben plasmarse en propuestas reales, ya no miro sólo por mí sino por los míos, y en la que el dicho “con ilusión todo se puede” quedó ya bastante atrás. Si es hay que hacerse se hace, pero sepamos como.

Estoy triste, estoy abatida, veo como se rompe algo que ha costado mucho construir, veo acercarse la incertidumbre y me consume el miedo de no tener ya más fuerzas para continuar luchando, sobre todo porque no sé si quiero luchar, porque no sé ni donde estoy, no reconozco a la tierra que me ha visto nacer y crecer. Veo demasiado desconcierto, veo voces alzarse y otras muchas que callan, veo tensión disimulada, veo ilusión desmedida y preocupación silenciada, veo amistades alejarse y la aceptación de una realidad que en realidad nadie desea.

Sinceramente creo que deberíamos parar, parar y ver a donde queremos llegar y en qué condiciones. Sé que estamos dispuestos a TODO, que la ilusión nos mueve, pero dentro de ese TODO al que estamos dispuestos también está la paciencia, la comprensión, el respeto, la unión, y quizás estemos perdiendo la referencia de con quién y contra quien luchamos.

Ojalá pudiéramos conocer la realidad de otros lugares, intercambiar nuestras vidas y sentir como otros sienten para ver que la lucha no es entre nosotros, no se trata de comunidades enfrentadas, ni de personas que se odian unas a otras. Ojalá pudiéramos ver más allá de nuestro propio egoísmo y dejar de sentirnos atacados por el desconocimiento falsamente rellenado por vendedores de humo.

Estos días hay muchas ilusiones volcadas y yo también me tomo hoy mi derecho de tenerlas. 

Me ilusiona pensar que seremos capaces de escucharnos, de no prejuzgar a la ligera, de no lanzarnos cual kamikaze llevándonos por delante a los demás, piensen igual o diferente, de respetarnos en nuestras diferencias y unirnos entre nosotros para ser mas fuertes cuando el objetivo es común.

Me ilusiona pensar que tenemos claros los principios que para eso lo son.

Perdonad que parta la dinámica de este blog pero ésta también es mi realidad.