La mía porque es la Tuya
¿Deseas algo más, mi Señor?
Y con esa actitud desenfadada que concede el placer,
con esa alegría de estar donde se desea,
con el gozo de compartir
ambos sabíamos que justo era el inicio.
"Me preguntas esclava si deseo algo más?
Todo lo deseo, todo te lo pido"
Esas son Tus palabras mientras desatas mis manos,
y con gestos me ubicas en la posición acordada,
esa que es la mía porque es la Tuya.
Tempo, lento y concentrado.
Ambiente, silencioso y recogido.
Sentido, compartido y entregado.
Todo a favor nada en contra.
Mientras las cuerda se combinan
las caricias conceden la calma
pues una obra no está acabada
si el artista no la firma.
"Aguarda así esclava,
en seguida estoy contigo"
y abandonaste la estancia
probando así mi espera.
Quizás debería repasar todo cuanto podría llegar,
mas me centro en mirar hacia dentro,
sacar de allí lo que decidí reservar para Ti,
y tenerlo a punto para cuando cese la espera.
"Aquí aguardo mi Señor,
tómalo cuando sea Tu querer."
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