Haremos una foto a ver si lo entendemos...
Una más de mis rarezas se hace presente de nuevo para mostrarme que quizás no sea tan malo buscar aquello positivo y tratar de ser feliz a través de lo que poseo y como ha dicho recientemente en su blog mi Señor "la suerte es una actitud".
En muchas ocasiones me han llamado ingenua y creo que, aunque mi actitud puede confundirse con ello, no tiene absolutamente nada que ver, es tan solo que trato de mirar hacia delante. Veo aquello que no funciona bien, me indigno ante la injusticia y soy radical ante lo que pienso inadmisible por eso soy bastante tajante con los demás pero primero lo soy conmigo misma, pero eso no quita que pueda apreciar lo que tengo.
Me dicen que no tengo pelos en la lengua y aunque critican mis firmes convicciones luego envidian la capacidad que tengo de ser feliz.
Creo que esa capacidad es inherente en todos, las desgracias y las fortunas se reparten entre todos, y aunque no me atrevería a hacer balance entre unos y otros porque no es cuestion de concursar en "quien es el más desgraciado" pienso que también hay quien se regocija en el pesar, que se alimenta de sus propias heridas y en vez de tratar de poner soluciones se escuda en pretextos que todos podríamos emplear.
Que yo sea decidida y corra con las consecuencias no significa que no me cueste, nadie me lo da todo hecho y he tenido que luchar mucho. He perdido, sigo perdiendo, sigo sufriendo pero precisamente porque conozco la cara oscura de la vida no me atrevo a despreciar lo que ella me ha concedido.
Sigo aprendiendo de aquellos que me rodean, muchísimo, me empapo de cuanto observo y me duelen ya hasta los ojos de tenerlos bien abiertos, no me atrevo a parpadear por no perderme nada pero no todo es positivo, aunque...¿acaso no se puede aprender también de lo negativo? quizás incluso más...
Observo miedos camuflados, escusas tejidas para convencerse a uno mismo y a los demás que deben ser tontos de remate, huidas hacia delante quedándose en el mismo sitio, repetición de fallos sin aprendizaje, angustias que se agrandan por la indecisión, tensiones acrecentadas por la cobardía, ocupaciones exageradas, desviaciones y divagaciones, y un sin fin de descripciones que me sorprenden tanto como me apenan, pero de todas ellas trato de sacar la enseñanza que me haga ver mi camino y valorar alguna de mis rarezas que, por suerte, parecen estar de mi parte.
Mientras el mundo pueda sorprenderme (para bien o para mal) podré aprender...quizás sea esta mi forma de enfrentarme a tanto como no comprendo...
Y ahora permitidme que sane un poco de esta jornada con una imagen que me ha hecho sentirme reconfortada, que me ha concedido sentir calma, ilusión y entusiasmo....
Que paséis una dulce noche.
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