¿Repetimos la lección?
Enséñame de nuevo a besarte, despacito, repasa de nuevo la lección, dime en susurros que no piense, que sólo sienta, que sienta Tu aliento acercarse, que Tu aroma me invada dejándome sumida en una nube de sensaciones que no puedo administrar, y cuando Tus manos me rocen y siga temblando vuelve a repetirme que no es para tanto, mientras sabes que para mi sí lo es, y por eso sonríes mientras mis mejillas se sonrojan y mis ojos no tienen otro lugar donde mirar, a Ti, a Tu anhelo y a aquello que ves en mí que no quiero comprender, porque quiero, una y otra vez que trates de explicármelo.
Quiero que me lo muestres una vez en palabras, o quizás dos o puede que más, no me canso de escucharte, y que me lo muestres también ante ese espejo que enseña de otras formas, la forma de dos cuerpos unidos, entrelazados, amándose.
¿Como no volver a desear una y otra vez la maravilla que de Ti nace?
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