Cambiantes jornadas

Entre las dudas como cambiantes mareas
navego descuidando el timón que nadie guía,
pues son mis fuerzas para sujetarme
al primer cabo que tenga a mano,
con la vista nublada de lágrimas
por la impotencia de capitanes negados.

Olvidarme de las prisas y los reclamos
de las tareas que de nada sirven
cuando no hay nadie para apreciarlas,
siendo abocadas así al desprecio 
de quien las ejerce y las recibe.

Quizás en la quietud vuelva a encontrarme,
a la espera le reclamaré los versos perdidos
y esa ansía que ver en Ti anhelo,
cuando mi cuerpo ante Ti está desnudo.

Quiero privarme de mis deseos
y poder sentir así mi entrega
cuando el frío y calor en mi se unen
ante la incertidumbre de Tu mirada.

Y es así como afronto mis días,
miradas perdidas de desdén y prejuicios
fuera de la morada que me cobija,
y al regresar entre Tus brazos
es en Ti donde mis ansías se esfuman.

Comentarios

Entradas populares