Proyecto de vida a cada instante.
Es cierto que en este mundo de la D/s tratamos de hacer realidad, por lo menos de inicio, ciertas fantasías eróticas según nuestro sentir particular, y no ha sido diferente en mi caso, pero también es cierto que si estamos atentos y ambos nos dejamos llevar sin demasiadas pretensiones ni rigidez pueden surgir muchos otros alicientes que hacen de esta relación algo mas que una forma de satisfacer los anhelos sexuales.
Confieso que no creía demasiado en el hecho de albergar sentimientos, pensaba que tan solo se buscaba el placer más carnal, y pensaba también que estaría dispuesta a renunciar a ellos por tal de completar esa parte de mi nunca antes satisfecha.
De hecho, cuando sentí que aparecían los sentimientos me asusté, pensé que incluso podría ser rechazada y me obligaba a pensar que continuaba siendo tan sólo esa parte infantil que aun creía en los cuentos de hadas.
Me cansé de trazar, de planificar y me abandoné a lo que tuviera que pasar y así sin darme cuenta empezó a surgir con trazo fino pero constante una relación particular, nuestra.
No soy nadie para dar lecciones, ni siquiera consejos pues cada uno sabe aquello que anhela y en lo que cree, pero si algo he aprendido en todo este tiempo es a ser fiel a mi misma pero dejándome llevar por aquello que me hace sentir, sin condicionantes externos.
Me ha sorprendido y creo que seguirá haciéndolo, sobretodo porque mis planes no están prediseñados, tan solo cada instante forma parte de mi proyecto de vida.
Confieso que no creía demasiado en el hecho de albergar sentimientos, pensaba que tan solo se buscaba el placer más carnal, y pensaba también que estaría dispuesta a renunciar a ellos por tal de completar esa parte de mi nunca antes satisfecha.
De hecho, cuando sentí que aparecían los sentimientos me asusté, pensé que incluso podría ser rechazada y me obligaba a pensar que continuaba siendo tan sólo esa parte infantil que aun creía en los cuentos de hadas.
Me cansé de trazar, de planificar y me abandoné a lo que tuviera que pasar y así sin darme cuenta empezó a surgir con trazo fino pero constante una relación particular, nuestra.
No soy nadie para dar lecciones, ni siquiera consejos pues cada uno sabe aquello que anhela y en lo que cree, pero si algo he aprendido en todo este tiempo es a ser fiel a mi misma pero dejándome llevar por aquello que me hace sentir, sin condicionantes externos.
Me ha sorprendido y creo que seguirá haciéndolo, sobretodo porque mis planes no están prediseñados, tan solo cada instante forma parte de mi proyecto de vida.
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