Ciclo de calma y tormenta...

Dicen que después de la tormenta viene la calma pero por esa misma regla después de la calma también viene la tormenta, como un ciclo que se repite para darnos un respiro y después ponernos a prueba, y así una vez tras otra, por eso en estos momentos posteriores a una maravillosa calma tocan unos días mas bien tormentosos en los que me refugio en el calor de quien conoce la realidad de mi pensamiento y de mi forma de sentir, tratando de dejar las inclemencias fuera de ese circulo para que no me dañen.
Trato de no olvidar que el desprecio parte del miedo, que la soledad condena y la frustración alimenta los juicios.
Necesito respirar y nada como hacerlo a los pies de mi Señor...

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