Mirada exterior
A veces deseamos aquello que en nuestra cabeza se dibuja como ideal, trazamos anhelos y nos esforzamos a diario por convencernos de que de ese modo estaríamos mejor, pero en realidad no conocemos como es esa realidad idealizada y, lejos de cumplirla nos frustramos, mas aun cuando creemos ver en los demás lo que nosotros deseamos.
Nada es tan ideal como en nuestra cabeza, a nadie le resulta tan sencillo obtenerlo como creemos, y olvidamos el esfuerzo que le precede y que supone mantenerlo.
Sé cuán difícil es construir esa realidad, y lo que supone cuidarla a diario y aunque no me importa que la envidien porque puedo comprender la visión ajena me niego a que se frivolice y se juegue con la autocompasión en vez de trabajarselo para luchar por aquello que desean.
Lo mas curioso es que yo también veo en los demás cosas que serían envidiables pero se mantienen demasiado ocupados mirando fuera en vez de ver los tesoros que poseen y procurar por ellos.
Soy afortunada, no puedo negarlo, pero mi mayor fortuna reside no en lo que poseo sino en la pasión que deposito en su cuidado.
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