Sigue patente...

Ayer fue un día un tanto complicado pero por suerte en el momento mas crítico estuvo mi Señor para frenar mi impotencia y ese geniazo que se me pone y que hace que lo mande todo de malos modos a tomar por saco.

Oír su voz frenándome y conduciéndome me hizo darme cuenta de hasta que punto tiene poder sobre mí, porque en esos instantes míos no suelo soportar que me frenen y si lo intentan monto en cólera, en cambio, adoré su forma de hacerlo, la firmeza y tempo que imprimía a Sus palabras.

Fue todo natural, y aunque nada tenía que ver con tareas del tipo sumiso, en mi sentir lo fue, así lo sentía y hoy sigo con esa emoción dentro de mí.

Ahora mismo lo que mas deseo es postrarme ante Él, sin nada más y nada menos...

Comentarios

Entradas populares