Obediencia sin limites limitada



Siempre he sido malísima, aunque a muchos os sorprenda, para recibir ordenes enmarcadas en un "porque si" o "porque no".

El "porque yo lo digo" me irrita sobremanera y ya después no atiendo a razones.

Soy preguntona de serie, tengo que comprender la lógica, o mejor dicho, mi lógica, para poder actuar y esas ordenes arbitrarias me sacan de quicio y me cierro en banda.

Pensaréis que por eso soy una mala sumisa por definición, pues se nos supone la obediencia ciega, pero yo soy del pensamiento de que esa obediencia en exclusiva a mi Señor responde a una decisión mía y, en realidad, no es arbitraria sino apoyada convenientemente en la confianza ganada día a día.

Sé que sus indicaciones, aunque de inicio no llegue a comprender su magnitud, responden a un bien futuro, es en pos a un mejor entendimiento entre nosotros, y no por un provecho interesado o negativo.

Lo sé, lo sé, hay quien diría que eso no importa, pero partiendo del respeto que todas las opciones me merecen, yo no creo en ello.

Se equivocan totalmente los que tratan de hacerme comulgar con ruedas de molino bajo un "porque si" o "porque no"'...

Obediencia a mi Señor, los demás ya pueden dejármelo todo bien clarito.

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