Esperar sin esperar
Si hay algo que pienso que debemos aprender las sumisas, por si alguien, como yo, no lo lleva de serie, es el tema de la espera.
En la vida en general hay que aprender a esperar y ella te lo enseña con mucho empeño, pero más aún si cabe en la vida sumisa, además de que siempre debe hacerse sin que suponga que acabará llegando. Lo que suelen denominar como esperar sin esperar.
Existe la renuncia, eso es innegable pero pienso que esta teoría es buena y necesaria para nosotras las sumisas porque cuando alguien espera suele llevar aparejado reclamo, y es un término que suele estar fuera de nuestro alcance.
Podemos y debemos reclamar aquellos pilares básicos que toda persona merece, o aquellos acuerdos que se hayan establecido en la relación, evidentemente, pues no creo en la sumisión como anulación de la persona, pero si en la aceptación de las responsabilidades que conlleva, por ambos bandos.
Si algo me ha costado/cuesta es el hecho de encontrar el equilibrio en este tema. No comprendía como se podía esperar en lo que creía sin ilusión, pues creía que ésta conllevaba no ilusionarse por si después la respuesta era negativa, porque quería ahorrarme la frustración y la tristeza.
Creía que se me pedía eso y siendo tan enérgica y necesitando tanto la ilusión en mi vida he sufrido mucho, por un lado porque trataba por cualquier medio de llegar a la respuesta afirmativa y por otro porque precisamente esa actitud generaba lo contrario.
Me suele costar asimilar conceptos abstractos, sobretodo aquellos que conlleven emociones aparejadas pero una vez que me despierta el click en mi cabeza y lo veo claro todo mejora exponencialmente, aunque seguramente soy igual de negada para explicarlo con palabras.
Esperar, con la ilusión que merece la respuesta positiva pero contemplando también la posibilidad de la negativa.
Cada vez lo llevo mejor porque no doy nada por hecho, y confieso que, contrariamente a lo que pensaba, no me resta ilusión en absoluto ni me crea la desazón que suponía, mas bien al contrario.
Curiosa sensación la de la espera sumisa...
En la vida en general hay que aprender a esperar y ella te lo enseña con mucho empeño, pero más aún si cabe en la vida sumisa, además de que siempre debe hacerse sin que suponga que acabará llegando. Lo que suelen denominar como esperar sin esperar.
Existe la renuncia, eso es innegable pero pienso que esta teoría es buena y necesaria para nosotras las sumisas porque cuando alguien espera suele llevar aparejado reclamo, y es un término que suele estar fuera de nuestro alcance.
Podemos y debemos reclamar aquellos pilares básicos que toda persona merece, o aquellos acuerdos que se hayan establecido en la relación, evidentemente, pues no creo en la sumisión como anulación de la persona, pero si en la aceptación de las responsabilidades que conlleva, por ambos bandos.
Si algo me ha costado/cuesta es el hecho de encontrar el equilibrio en este tema. No comprendía como se podía esperar en lo que creía sin ilusión, pues creía que ésta conllevaba no ilusionarse por si después la respuesta era negativa, porque quería ahorrarme la frustración y la tristeza.
Creía que se me pedía eso y siendo tan enérgica y necesitando tanto la ilusión en mi vida he sufrido mucho, por un lado porque trataba por cualquier medio de llegar a la respuesta afirmativa y por otro porque precisamente esa actitud generaba lo contrario.
Me suele costar asimilar conceptos abstractos, sobretodo aquellos que conlleven emociones aparejadas pero una vez que me despierta el click en mi cabeza y lo veo claro todo mejora exponencialmente, aunque seguramente soy igual de negada para explicarlo con palabras.
Esperar, con la ilusión que merece la respuesta positiva pero contemplando también la posibilidad de la negativa.
Cada vez lo llevo mejor porque no doy nada por hecho, y confieso que, contrariamente a lo que pensaba, no me resta ilusión en absoluto ni me crea la desazón que suponía, mas bien al contrario.
Curiosa sensación la de la espera sumisa...
Esa es una de mis asignaturas pendientes.. me ilusiono esperando algo que si luego no llega me causa una profunda frustración con la que no se lidiar...tiendo a dar por hecho muchas cosas...
ResponderEliminarEspero ser capaz, como tu, de aprender a esperar sin esperar, te robo esta frase!!
Buen finde corazón!!
Como bien sabes no es tarea de un dia, ni yo soy quien para ponerme precisamente en este tema de ejemplo, aunque también es cierto que esas frustraciones que comentas son, precisamente, las que más enseñan, porque cuando las sufres sabes que debes tomar nota y hacer para que no vuelvan a sucederse una tras de otra.
EliminarAsí que, paciencia y a continuar...
Un abrazo.